El otro día leí que la industria de las pastillas para bajar de peso, bajar la ansiedad y suplementos vende casi 3 veces más que los gimnasios y la actividad física.

Las personas prefieren comprar algo que no necesariamente les hará bien con la promesa de tener un resultado rápido y sin esfuerzo, a hacer algo que les cambiará la vida para mejor pero requiere de un poco de sacrificio.

Ese es el mundo en el que vivimos.

Es parte de nuestra naturaleza.

Lamentablemente, es la razón por la que hasta el día de hoy no hablas un segundo idioma, aunque sea algo que quieras hace mucho tiempo.

En los últimos años he aprendido mucho sobre el inglés, en especial al hacer crecer la academia y tener que estar la industria de los idiomas.

Todos los días veo promesas milagrosas.

Aprende inglés en 3 meses.

Aprende inglés rápido y fácil.

Aprende inglés sin esfuerzo.

Aprende inglés sin tener acento.

Aprende inglés como un hablante nativo.

Y así podría estar harto rato.

Algunas de estas promesas son bien intencionadas, pero otras no tanto.

Juegan con nuestro deseo más grande de poder lograr el resultado de hablar inglés con el menor esfuerzo y energía posible.

Alerta de Spoiler.

Esto no existe.

Nunca aprenderás inglés sin esfuerzo de por medio.

Nunca va a suceder.

Piensa en cualquier cosa que hayas aprendido y en lo que hoy en día tengas una habilidad superior.

¿Cómo pasó?

¿Te despertaste un día y de la nada ya te habías convertido en Pro?

Lo más probable es que no.

Pasaste por un período de adaptación donde no tenías idea de lo que estabas haciendo y te sentías tont@.

Al principio no sabías lo que no sabías.

Luego seguiste aprendiendo, seguiste mejorando, seguiste sobreponiéndote a la frustración y al sentimiento de principiante.

Hasta que un día, te diste cuenta de que lo conseguiste. Tenías la habilidad y podías decir con toda confianza que ya no eras la misma persona del comienzo.

En cada transformación que tengamos, pasaremos por ese proceso.

Es parte de la naturaleza y no lo podemos evitar.

Las personas que siempre buscan atajos, que siempre quieren lo fácil, que siempre quieren evitar esforzarse son las que nunca verán lo que hay al otro lado del esfuerzo.

Si estás leyendo esto, ese tipo de persona no eres tú.

¿Pero cómo vas a lograr la transformación de hablar inglés? Sobre todo si ya lo has intentado en el pasado y sin resultados.

Lo primero es aceptar el hecho de que no será automático ni de un día para otro.

Va a tomar tiempo. Va a tomar energía. Va a requerir fuerza de voluntad y esfuerzo. Es la única forma que existe. Acéptalo y comienza.

Luego, necesitas un objetivo potente. Tienes que quererlo de verdad, o no va a ocurrir.

No por una razón esotérica ni espiritual. Sino porque hablar inglés requiere de recursos (más de eso en un rato) y si no es algo importante para ti simplemente no estarás dispuest@ a usar esos recursos para aprenderlo.

Una vez definas el objetivo u objetivos es cuando comienzas a separarte de todos los que nunca aprenderán inglés.

Hasta el momento hemos hecho dos cosas:

1. Aceptar que tomará tiempo y esfuerzo.
2. Definir un objetivo del por qué vamos a dedicarle tiempo y esfuerzo.

Recién trabajamos en la parte mental del aprender el inglés. Pero ahora falta la parte técnica.

¿Cómo lo vamos a aprender? ¿Qué herramientas vamos a usar? ¿Cómo vamos a filtrar la información?

Ahí es donde se complica todo.

Existen cientos de aplicaciones, videos, libros, cursos y hasta profesores particulares que tienen la intención de enseñarte el idioma.

Hacer algo siempre es mejor que no hacer nada. Así que si has estudiado con alguna de estas herramientas está muy bien.

El problema es cuando le dedicamos tiempo a estudiar inglés, usando herramientas que nos confunden, nos hacen gastar más tiempo y producen resultados mediocres.

En este momento es cuando la mayoría de nosotros dice: ya, hasta acá llegué, el inglés no es para mi.

Por eso es que esta parte es tan crítica, ya que necesitamos encontrar la forma adecuada de aprenderlo que nos mantenga motivados y viendo resultados.

Según mi experiencia aprendiendo y enseñando el idioma, no existe una fórmula mágica ni una única manera de aprender inglés.

Pero si existen pasos o requisitos para saber si la forma en la que estás estudiando es óptima (y óptima es más que suficiente)

Con todo lo que se sabe hoy en día. Para que los seres humanos aprendamos un nuevo idioma/inglés necesitamos:

1. Lo primero es recibir mucho inglés que podamos comprender. Esto es lo que se llama el comprehensible Input. Input es todo lo que recibimos del mundo exterior, el inglés que produce nuestro entorno. Tenemos que estar escuchando, viendo y leyendo mucho inglés que seamos capaces de entender, por lo que una persona que no sabe nada comenzaría por darle sentido a las palabras. Ver una manzana y decir ok esto es una ‘apple’.

El tipo de input y la complejidad que podamos entender de este va a depender de nuestras habilidades en el momento. Tienes que pensar que cada vez tus habilidades se irán expandiendo, por lo que el input que irás recibiendo y comprendas cada vez será más complejo.

2. Lo segundo es, ir poco a poco produciendo mucho inglés. A esto se le llama el Output. Una vez recibimos mucho Input, comenzaremos a imita e intentar reproducir y replicar todo lo que nuestro cerebro está procesando. Ahora es donde decimos nuestras primeras palabras y sonidos, y también escribimos. Poco a poco esas palabras se van uniendo, dando forma a mensajes que en un futuro ojalá alguien pueda entender.

3. Lo tercero es tener a alguien o algo que nos corrija, ya que el Output que iremos produciendo vendrá con errores, ya sea en pronunciación, el orden de las palabras o el uso de estas. Piensa que cada vez que corregimos, es cuando aprendemos. Dejamos de cometer los mismos errores y construimos sobre una base sólida de conocimiento que con el suficiente tiempo, se convertirá en un idioma nuevo que dominaremos.

4. Por último, y acá es dónde mucha gente falla. Es que necesitamos un Sistema que sea capaz de replicar los pasos anteriores miles de veces (sí, miles). La repetición es un requerimiento para modificar nuestro cerebro y adquirir el inglés.

Ya que es la forma en que aprendemos, memorizamos y eventualmente somos capaces de hablar el idioma.

Es por esto que cuando ves a alguien que es increíble en algo, esta persona lo ha practicado por cientos de horas y miles de veces (repeticiones).

Cuando éramos niños, nuestro sistema de adquisición del español eran nuestra mamá, papá, hermanos, familiares, profesores, amigos, programas de televisión, libros y cualquier persona en nuestro entorno. Nos daban mucho Input que pudiéramos entender, luego nos hacían producir Output (hablar, escribir y comunicarnos en general). Y por último nos iban corrigiendo, de forma que si cometíamos un error lo arreglábamos para evitar cometerlo de nuevo.

Este sistema, junto con el pasar del tiempo hicieron que a día de hoy sepamos hablar español.

¿Pero qué pasa ahora que somos adultos?

¿Dónde está nuestro sistema para adquirir inglés? ¿Dónde está ese entorno o personas que nos ayudarán a conseguirlo?

Si te das cuenta, ya a nadie le importa que lo aprendamos.

No tenemos un sistema que nos haga repetir los pasos fundamentales cientos y miles de veces como lo necesitamos.

Por lo tanto, tenemos que crear o buscar nuestro propio sistema.

Y esa es la clave para adquirir el inglés.

Una vez tengamos nuestro sistema, lo único que debemos hacer es dedicarle recursos como tiempo y energía.

El sistema se encargará de darnos Input que podamos comprender, hacernos producir Output, corregirnos para que no cometamos los mismos errores y hacernos repetir estos pasos cientos y miles de veces.

Existen muchas formas de armar tu sistema, y al final dependerá de ti.

Si quieres estudiar con un sistema que hace todo lo que hablamos anteriormente mira el Sistema de Inglés Método Speed.​

Si quieres armarlo por tu cuenta, está bien también

Lo importante es que entiendas que sin un sistema, nunca dominarás el inglés.

Los que entiendan esto son los que tendrán éxito y el próximo año hablarán el idioma.

Los que no lo entiendan, seguirán preguntándose por qué aún no han podido aprenderlo.

Good luck my friend.